Una ex religiosa fue rescatada por la justicia ordinaria del Convento San Bernardo, de la ciudad de Salta, donde permanecía contra su voluntad, aun cuando las autoridades del Vaticano habían aceptado su dimisión.
Pese a mediar una orden del Papa Francisco para disponer la baja eclesiástica de una religiosa, las autoridades del convento administrado por la orden de Carmelitas Descalzas, religiosas de la clausura, y dependiente del Arzobispado provincial, le negaron el libre albedrío.
La Fiscalia Penal Nº2, a cargo del Dr. Ramiro Ramos Ossorio, recibió una denuncia que hablaba de una privación ilegítima de la libertad en el convento San Bernardo. Con orden de allanamiento, se ingresó al predio y la mujer damnificada fue retirada del lugar.