El juez Rodrigo Orrantía rechazó el planteo del demandante que exigía a su ex pareja, propietaria de un corralón, una indemnización por su desafectación al comercio. Las pericias y testimoniales daban cuenta de que su presencia en el local comercial obedecía a la relación sentimental. No se puede utilizar el proceso laboral como un modo de presión, advirtió el magistrado.
El juez en lo Laboral N°2 de Capital, doctor Rodrigo Orrantía, consideró que el denunciante no probó la relación laboral y rechazó la indemnización que éste perseguía.
En las testimoniales y pericias realizadas se demostró que no existió vinculación subordinada y dependiente entre el hombre y su ex pareja, dueña de un corralón, sino una relación sentimental que duró desde el año 2013 hasta el 2019.